"Me apetece acercarme a ti, me gustaría saber como hueles a media noche cuando bajes la guardia sin más y estés ahí, perder a miedo a tu respiración, ir descubriendo despacio lo que sueñas lo que no salir ilesas de esta tentación que hoy nos rescato." Vanesa Martín
Hay cosas que son imposibles de saber más que nada porque no voy a tener el suficiente valor como para preguntártelo pero me encantaría despertarme un día y poder tenerte a mi lado que me cuentes que has soñado e imaginar los miles de significados que pueden tener pero ¿para qué seguir soñando con cosas que jamás van a pasar? ¿Para qué seguir torturándome pensando como sería un futuro junto a ti si no vas a venir?
Pues porque yo todavía sigo soñando con tenerte, con morderte de alegría por poder ser uno y hace unos días dije que habías sido como un disparo a quemarropa ("Disparando a quemarropa") pues bien hoy has sido la caricia más noble, aquella que recuerdas siempre, que marca, que da escalofríos y que pone los pelos de la nuca de punta. Sí, hoy he vuelto a soñar contigo pero mentiría si dijera que no es el mejor que recuerdo a hasta ahora.
Estábamos tu y yo en una cama como si nada, hablando mientras yo buscaba tus brazos y por una vez los encontraba, después eras tú la que me buscaba a mi y es que incluso en sueños eres mi punto débil, ni en estos me puedo resistir a ti y claro ahí me encontraste mirándote como si fueras una de las siete maravillas del mundo, lo demás es un secreto que solo mi almohada conoce. Sólo es un sueño, uno más para mi colección pero me engañaría a mi misma si digo que no ha sido especial.
Ha sido un sueño con sabor, con sabor a ti, una sensación extraña que me recorre la espalda de arriba a abajo sin descanso, un cosquilleo en mi boca como si echara de menos el roce con la tuya que se torna en una sonrisa sincera, esa que todo el mundo desea y pocos tienen.
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