domingo, 17 de abril de 2016

Pequeños gestos

Pequeños gestos que te trasladan muy lejos, un beso al tatuaje, una mirada al cielo o simplemente una sonrisa hace que nos traslademos a otras ciudades incluso a otro tiempo. Estos gestos a simplemente vista no parecen gran cosa, gestos que todos haremos más o menos alguna vez al día y que no tienen más importancia pero mentiría si en mi caso digo que es así. 


Odio los días que llueve mucho pero tienen algunas ventajas, la principal es que las calles se vacían y es el mejor momento para ponerse los cascos, el móvil en aleatorio, la capucha y salir a la calle. Estos días pueden ser mágicos si con cada pequeño gestos que haces te vuelves mas grande. 

Un beso al tatuaje sólo es un beso a unas letras que hay en mi brazo, la gente no verá más que eso pero en ese beso va mucho más como mis ganas de besarte, el deseo de que volvieras a estar cerca, que mañana aparecieras por la puerta como cada Lunes a tercera hora.

Una mirada al cielo un día de lluvia no significa nada y un día normal tampoco a no ser que mires mucho más allá, en aquel lugar en el que alguna vez has guardado un recuerdo o a alguien, aquel donde viven aquellos que nos han dejado para siempre, aquel donde sé que mi abuelo está orgulloso de ver como seguimos sin olvidarnos de él.

Y por último el gesto que más repetimos al cabo de un día y por eso nos evoca tanto como es el caso de un sonrisa, esas sonrisas que son capaces de llevarnos años atrás o de imaginar un futuro prometedor, las mismas que te transportan a casa, a la universidad, a Córdoba, Sevilla, Madrid... Esas mismas sonrisas que tienen una banda sonora detrás ya sea una canción, otra risa, un concierto completo o simplemente una persona.


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