viernes, 1 de abril de 2016

Un tal 31 de Enero

Vivimos tan deprisa que la mayoría de las veces pasamos los días sin pena ni gloria pero hay veces que merece la pena pararse y rememorar un día de esos en los que cada hora era una eternidad y un segundo a la vez, hoy me paro para mirar atrás, concretando más un 31 de Enero en Madrid. 


Ese día fue muy especial para mi por varios motivos, el más importante fue que vi por fin a Vanesa Martín en directo, era al primer concierto que iba de ella además de ser su primer palacio de los deportes culminando así una gran gira. El segundo de ellos era que de una vez por todas conseguí convencer a mis padres de que era lo suficientemente adulta como para irme yo sola a Madrid sin ayuda de nadie, sin niñera y que no me pasará nada. Y el tercero es por el simple hecho de verte ahí paseando por las calles, con la música, la mirada perdida imaginando como sería tu vida si hubieras hecho eso o aquello pero sin martirizarte, disfrutando de una gran ciudad. 

Hoy quería rendir homenaje a ese día centrándome sólo en el concierto, fueron muchas horas de cola, 6 horas más o menos que un 31 de Enero pues la verdad es que era un horror pero conocí a gente muy interesante cada una de una parte de España. Ya cuando conseguimos entrar pues en el ambiente se palpaba esa ilusión porque empezará ya, era un concierto esperado por mucha gente, las entradas se habían agotado hacía unas semanas. 

Cuando comenzó todos los nervios desaparecieron, el frío no importaba es más yo iba ya de manga corta, la espera quedo atrás y apareció ella surgida de las profundidades del escenario con su "Sintiéndonos" puso ya al palacio patas abajo y a partir de ahí todo fue un viaje hacía al alma con sus subidas y bajadas de ánimo concentradas todas en dos horas y media que duro el concierto. 

El recuerdo más fuerte que tengo de esa noche y juro que no olvidaré jamás es lo cerca que estuve de ella, no eramos de las primeras en la fila ya que había gente que la noche anterior había dormido ahí pero aun así cuarta fila del frontal del escenario y segunda de la pasarela, mágica como siempre, imponiendo su fuerza con cada paso que daba y su sonrisa capaz de de contagiarse durante días y meses. 

Un pequeño homenaje que no hace justicia a lo que esa noche se vivió pero como bien dijiste antes de empezar:" Lo que vivamos aquí, aquí se queda y sólo lo sabremos y lo habremos sentidos nosotros," 

No hay comentarios:

Publicar un comentario