domingo, 18 de diciembre de 2016

Soy feliz

¿”Y te vas tu sola? Yo sería incapaz” “¿Otra vez? Pero si es el mismo show” “No vienes a la fiesta porque es mucho dinero y ya te lo has gastado planificando otro concierto ¿Y nosotros qué?”


Estas son algunas de las frases que he escuchado cuando decía me voy a Madrid a ver a Malú yo sola, sin conocer a nadie. La gente no entiende que prefiera gastarme el dinero en esto que en una fiesta, no entiende que lo que yo siento en esas dos horas de concierto es lo que me da fuerza para seguir adelante. No cuento los años en semanas ni en meses, los cuentos en números de conciertos, los días que pasan sólo restan días al siguiente concierto.

Un concierto en Madrid, uff será lo mismo que en Zaragoza misma artista, mismo tour, mismas canciones perdona que te diga pero no tienes ni puta idea entonces, en Madrid he llorado todo lo que no he llorado en un concierto, ver como tu ídolo se parte en dos en medio del escenario de la emoción es algo que se contagia, la gente de tu alrededor vive la música como tú y es magnífico tener una mirada cómplice en cada canción y que cuando hablas de música no te miren raro porque escucha Pop en español, es una sensación increíble el estar llorando apoyada en la barandilla y la gente de tu alrededor que no conoces de nada esté abrazándote y arropándote.

Por todo esto me merece más la pena un viaje de 8 horas entre ida y vuelta, madrugones, 12 horas en la calle, 2 horas dentro de pie, salir sin voz, con los ojos rojos, sin sentir los pies y después de todo esto me siento más viva que nunca. Si me preguntarán que es para mí la felicidad diría que todo esto, soy feliz cuando estoy de concierto, soy feliz viéndolas encima de un escenario, soy feliz, sí, creo que ahí está la clave soy feliz siendo yo misma.


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