"Sentirás el dolor de esa ecuación que creímos resuelta por ser incapaz de despegarla hasta el final, sentirás el incordio de esa pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación, sentirás un: "¿Qué hubiera pasado si?" y sobretodo sentirás que algo entre nosotros continuo creciendo incluso cuando nos separamos, un algo tan grande como el vació que dejamos al volver a ser dos, un algo tan pequeño como el espacio que un si le acaba siempre cediendo a un no. [...] Si algún día sabes de mi eso significará muchas cosas, la primera que por mucho que lo intente no me pude ir tan lejos de ti como yo quería, la segunda que por mucho que lo deseaste tampoco pudiste quedarte tan cerca de dónde alguna vez fuimos feliz, si feliz, la tercera que tu mundo y el mio siguen con pronostico estable dentro de la gravedad y la cuarta por hacer la lista finita que cualquier resta es en realidad una suma disfrazada de cero" Risto Mejide
Mil batallas internas libradas contra lo que no se puede explicar, contra ese sentimiento que nace de tu yo más profundo y aflora como una espada desgarrando todo a su paso, sin contemplaciones dejando cicatrices todavía visibles hoy y una guerra perdida.
Entonces cuando todo está perdido y tus fuerzas al limite aparece esa persona que todo lo puede, causa y remedio de tus heridas, realidad y fantasía vuelven a medir sus fuerzas una última vez, por un momento parece que la fantasía gana que todo puede ser, estas hablando con ella y sientes ese cosquilleo, esa sonrisa tonta que no puedes disimular, eso te hace subir, subir muy alto, pero nada es eterno, se despide de ti y la realidad aprovecha el momento de confusión para bajarte de las nubes, un golpe definitivo contra el suelo que te deja inmóvil con una sensación de derrota inaguantable que hace que te rompas en mil pedazos, pataleando contra el suelo, esa sensación de impotencia que jamás desaparece. Después de esta batalla te intentas convencer a ti mismo que no puedes seguir así y funcionará hasta que vuelvas a encontrarte frente a frente con esa persona. Un guión que no tiene final...
Mil batallas internas libradas contra lo que no se puede explicar, contra ese sentimiento que nace de tu yo más profundo y aflora como una espada desgarrando todo a su paso, sin contemplaciones dejando cicatrices todavía visibles hoy y una guerra perdida.
Entonces cuando todo está perdido y tus fuerzas al limite aparece esa persona que todo lo puede, causa y remedio de tus heridas, realidad y fantasía vuelven a medir sus fuerzas una última vez, por un momento parece que la fantasía gana que todo puede ser, estas hablando con ella y sientes ese cosquilleo, esa sonrisa tonta que no puedes disimular, eso te hace subir, subir muy alto, pero nada es eterno, se despide de ti y la realidad aprovecha el momento de confusión para bajarte de las nubes, un golpe definitivo contra el suelo que te deja inmóvil con una sensación de derrota inaguantable que hace que te rompas en mil pedazos, pataleando contra el suelo, esa sensación de impotencia que jamás desaparece. Después de esta batalla te intentas convencer a ti mismo que no puedes seguir así y funcionará hasta que vuelvas a encontrarte frente a frente con esa persona. Un guión que no tiene final...
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