sábado, 16 de abril de 2016

I want to hide the truth

"Don't want to let you down but I am hell bound though this is all for you don't want to hide the truth. No matter what we breed we still are made of greed. This is my kingdom come, this is my kingdom come. When you feel my heat look into my eyes. It's where my demons hide, it's where my demons hide. Don't get to close it's dark inside. It's where my demons hide, it's where my demons hide." Imagine Dragons 


Todos alguna vez hemos sucumbido ante nuestros demonios más internos, esos que nunca se dejan ver de día ni con otra gente, esos que tú y yo sabemos que están pero los demás ni se imaginan que existen aunque muchos quieran hacerse los enterados, esos que presumen de conocerte y no se dan cuenta de que sólo han visto lo tú has querido que vieran. Yo todavía estoy descubriendolos, muchos no sabían ni que estaban ahí pero se van dejando ver entre sombras. 

¿Mis demonios? Durante muchos años he intentado ahogarlos a base de puñaladas a mi misma pero desde este verano hasta hoy he dejado que me devoren campando a sus anchas, dejándose ver ante esas personas que de verdad han sabido calmarlos durante un rato. Supongo que mi mayor demonio se ha dejado ver en entradas anteriores (publicidad subliminal) y es que desde hace aproximadamente siete años me di cuenta de que los príncipes azules no existen para mi, no quería uno sino que lo que de verdad quería y creedme que lo he intentado matar a base de bien era estar con una mujer. 

No sé ya ni como llamarlo ¿bisexual? ¿homosexual? o no sé ya, creo que es el demonio al que más tiempo he estado enfrentadome,  él que más heridas me ha dejado, por él que más he llorado, él que no consigo calmar, él que más me atormenta y él que más sigo escondiendo ¿por qué? Porque aunque vivamos en el siglo XXI hay mucha gente que esto lo ve como una enfermedad, algo contranatural y ya no sólo persona mayores sino las generaciones más jóvenes también entonces como consecuencia de esta situación creo que nace un segundo demonio más pequeño llamado miedo al rechazo aunque este cada vez me va importando menos pero ahí está también.

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